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27 enero, 2022Toda receta tiene un origen: un momento, un lugar y un chef que la creó. Y algunas de ellas logran perdurar en el tiempo y convertirse en recetas famosas. Si eres curioso/a, te recomendamos seguir leyendo y descubrir la historia que esconden algunas recetas clásicas que hoy aún puedes encontrar en numerosos restaurantes y que son parte de nuestra cultura gastronómica.
1. Solomillo Wellington
El origen del solomillo Wellington, es aún hoy un misterio. Hay distintas teorías que explican la historia de una de las recetas clásicas que ha perdurado hasta hoy.
La primera atribuye el origen de esta receta británica a Arthur Wellesley, duque de Wellington y convertido en héroe por sus hazañas en la batalla de Waterloo contra Napoleón. Dicen que en todas sus recepciones no podía faltar el solomillo Wellington como uno de sus platos preferidos.
Otra teoría afirma que el origen del “filet de boeuf en croûte” (nombre original en francés) ya era una receta conocida antes de la época del duque de Wellington. Se dice que el apellido del plato se asocia a las botas militares que brillan como brilla el solomillo una vez sale del horno y que se denominan también Wellington.
Para teorías, mil. Lo que sí que es cierto y de lo que no hay lugar a duda es que la receta del solomillo Wellington se ha convertido en uno de los platos clásicos de la cultura gastronómica.
2. Sándwich
Dicen que el sándwich nació en una partida de cartas. El origen de este emparedado hecho con dos rebanadas de pan de molde entre las que se coloca jamón, queso, embutido, vegetales u otros alimentos se remonta al siglo XVIII en Inglaterra con John Montagu, conde de Sándwich.
Aficionado a las cartas, el conde se podía pasar días enteros sin levantarse de la mesa de juego. Así que su cocinero tuvo que inventar una comida con la que no se ensuciara las manos y pudiera seguir jugando sin perder tiempo ni detalle: un filete de buey entre dos mitades de un panecillo. Y fue así como nació el llamado sándwich, en honor al conde de Sándwich.
3. Carpaccio
Podríamos pensar que el pintor Vittore Carpaccio (1465-1526), uno de los grandes maestros del Quattrocento veneciano, fue el inventor del carpaccio. Pero en este caso, el artista veneciano no llegó a probar el plato, que se inventó unos quinientos años después.
El carpaccio, este plato compuesto de lonchas de carne o pescado, cortadas muy finas y condimentadas con diversas especias que se come crudo, fue creado por el restaurador también veneciano Giuseppe Cipriani.
Cipriani fundó en los años 30 uno de los establecimientos más populares de Venecia (Italia): el Harry’s Bar. Y fue allí donde tuvo que improvisar un plato para una condesa que por indicación médica debía comer carne cruda: el carpaccio. ¿Por qué lo llamo así?
Los colores rojo y crema del plato le recordaron a las pinturas de Vittore Carpaccio, a quien en ese momento Venecia le dedicaba una retrospectiva. De ahí que Cipriani decidiera dedicar su nuevo plato al artista nombrándolo con su apellido: Carpaccio.
Este no es el único plato que el chef y propietario del Harry’s Bar dedicó a artistas venecianos. El cóctel Bellini, a base de melocotón y prosecco, debe su nombre al pintor Giovanni Bellini. En esta ocasión, fueron los colores rosados de los cuadros de este artista los que inspiraron a Cipriano para nombrar este cóctel con el apellido del pintor.
4. Strogonoff
Nos trasladamos hasta Rusia, sí, sí, Rusia. Ni Francia, ni Alemania como algunos creen. El origen de la receta de Strogonoff se encuentra en Rusia a finales del siglo XIX.
¿Qué es el Strogonoff? Es un plato de carne cortada a trozos y acompañada de setas, cebolla y una salsa de crema agria que se sirve con arroz, pasta o patatas. Hay mil versiones y variaciones de esta receta y, como pasa con otras recetas clásicas famosas, también hay distintas teorías sobre su historia y creación.
La versión que cuenta con más aceptación es la que explica que la receta se originó cuando el chef del general ruso Stróganov inventó la receta durante un concurso de cocina en San Petersburgo. Ganó y bautizó el plato con el nombre del conde Stróganov.
Pero hay también quien dice que la receta se originó durante una cena que ofrecía el conde Stróganov. El número de invitados que asistía incrementó notablemente y, sin tiempo para proveerse de más carne, añadieron setas y una salsa a la receta para alargarla. El éxito fue tal que la carne Strogonoff se convirtió en una receta habitual en la sociedad rusa.
De Rusia la receta saltó hacia Francia y Alemania y, posteriormente, tras la caída del imperio ruso, la carne Strogonoff se popularizó en China y de allí saltó hacia Estados Unidos para convertirse en una de las recetas clásicas del patrimonio gastronómico mundial.
5. Pavlova
Dos países se disputan el nacimiento de esta receta clásica: Nueva Zelanda y Australia.
Se dice que la bailarina rusa Anna Pávlova (1881-1931) visitó Nueva Zelanda en su gira mundial de 1926 y en su honor surgió este postre, que bautizaron con su nombre.
Pero, aunque exista esta versión, los australianos también reclaman la paternidad de esta receta.
La Pavlova es una tarta con una base de merengue sobre la cual se pone nata y trozos de fruta: fresas, frutos rojos o kiwi, entre otras variantes. De nuevo, hay distintas variantes de esta receta convertida en uno de los postres más conocidos a nivel internacional.
6. Tournedó Rossini
Llegamos a uno de los grandes clásicos de la cocina francesa: el tournedó Rossini. La historia de este plato se remonta a mediados del siglo XIX y los protagonistas fueron el chef del restaurante parisino Café Anglais Adolfo Duglere y el compositor Gioachino Rossini, autor de óperas como Guillermo Tell o El barbero de Sevilla.
Un día Rossini pidió al chef Duglere que le preparara la carne a la vista del público, así él podría ir rectificando el plato para hacerlo a su gusto. El chef le indicó que le resultaría difícil concentrarse para terminar el plato delante de los comensales, a lo que Rossini le respondió: “Eh bien, faites-le tourné de l’autre côté, tournez-moi le dos”. Es decir, que se diera la vuelta y así estaría más cómodo.
De “tourné les dos” nació el nombre del plato, tournedó, que apellidaron en homenaje al compositor: Rossini.
Además del tournedó, Rossini también fue quién popularizó la comida italiana en Europa y quien acuñó el término “a la Rossini” que aún hoy se usa para referirse a platos que llevan foie y trufa.
¿Cómo preparar estas recetas clásicas?
Conocer la historia, los ingredientes y el proceso de elaboración de recetas clásicas como el solomillo Wellington, la carne Strogonoff, el tournedó Rossini o la tarta Pavlova es una de las máximas de todo chef.
En cocina, es habitual escuchar que antes de innovar hay que conocer bien las bases de la cocina y las recetas clásicas. Y esto es precisamente lo que hacen los alumnos que se forman para ser chefs en el Hotel-Escuela de Sant Pol de Mar.
Si quieres aprender a elaborar estas y otras recetas clásicas famosas y convertirte en chef, solicítanos información.
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