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9 abril, 2020Benet Maimí es responsable de Relaciones Institucionales de Fomento del Trabajo, la patronal catalana que aglutina PYMES, autónomos y grandes empresas. Su formación y experiencia en el ámbito del turismo, así como las relaciones que mantiene como miembro de Fomento del Trabajo con empresas y administraciones públicas a diferentes niveles, le ofrece una visión amplia de la situación en que se encuentran las empresas del sector turístico ante la crisis del coronavirus. Hablamos de ello en la siguiente entrevista.
¿Cuál es el impacto del COVID-19 a nivel económico y estructural en las empresas del sector turístico y HORECA?
Nos hemos encontrado con una situación paradójica: hemos pasado de un escenario en el que la administración intentaba incrementar las tasas turísticas porque el turismo era un sector en crecimiento y rentable; a un escenario en el que tendrá que inyectar muchos millones en agencias de viaje, cadenas hoteleras, tour operadores, etc. para que no mueran y puedan seguir dando trabajo cuando se recupere la situación.
Por lo tanto, en el sector turístico el impacto es brutal. Con la crisis de 2007, por ejemplo, cuando hubo la burbuja inmobiliaria; el sector turístico fue el motor que tiró de la economía catalana y también española.
Pero en este caso, el sector turístico es el más tocado, ya tuvimos un susto con la caída del tour operador inglés Thomas Cook, ha caído el Mobile World Congress, ha caído Barcelona y todos los destinos, el confinamiento es total, han caído las agencias de viaje, los hoteles, los restaurantes… y como derivada de todo ello, cae también el sector vinícola y todos los sectores proveedores del ámbito turístico.
No hay una solución mágica: yo creo que el sector turístico lo que tiene que hacer ahora es aguantar el golpe para volver a funcionar, aprovechando los mecanismos que desde las diferentes administraciones se les dé
¿Qué pasará en el mercado una vez pase la cuarentena?
De entrada, habrá un cambio de hábitos: ahora estamos en una crisis sanitaria y después vendrá la crisis económica y luego, la psicológica y social. Nada será lo que era y cambiaremos en muchas cosas: hábitos de comportamiento, el teletrabajo (que lo hemos descubierto ahora y deprisa), el respeto por el medio ambiente y volveremos otra vez a que todo sea de proximidad y de km 0 para ser, de alguna manera, menos dependientes. Creo que todo ello también conllevará una parte positiva de cara a la mejora de la sociedad y evidentemente, esta locura que había para viajar se replanteará.
¿Qué recomendaría a los empresarios?
No hay una solución mágica. Yo creo que el sector turístico lo que tiene que hacer ahora es aguantar el golpe para volver a funcionar, aprovechando los mecanismos que desde las diferentes administraciones se les dé, tanto de temas laborales, como financieros o impositivos.
Hay una incertidumbre de lo que pasará después, cuando realmente se empezará a viajar, a qué destinos… El sector del turismo está totalmente paralizado y eso no había pasado nunca. El 2020 turísticamente no habrá existido. Por lo tanto, tendrán que empezar a buscar estrategias para la temporada de 2021. La recuperación del turismo a nivel de Cataluña y España no la veremos hasta el 2021.
Este verano ganará peso el turismo interior y de proximidad
¿Te aventuras a dibujar un escenario inmediato por el turismo?
Este verano, por ejemplo, ganará peso el turismo interior y de proximidad. Creo que se optará por el turismo de naturaleza y de montaña y también habrá una apuesta por la vida slow.
Evidentemente la gente priorizará el transporte individual hacia el transporte público: se irá en coche particular, no se cogerán buses ni aviones, la gente no querrá viajar con más gente y algo importante que habrá que ver es cómo se comportarán los seguros según donde se viaje para aquellos que se atrevan a ir más lejos.
También pienso que empezarán a aparecer destinos virtuales o complementos de destinos virtuales. Por ejemplo, visitas a museos, visitas a ciudades … Si el turismo virtual puede ir dando estos placeres, creo que puede ir desplazando el turismo físico.